Crónica del NYC que ya no será...Doctor X (11 Sep 2001).
*** Se desmiente la ofensiva norteamericana. El Departamento de Estado estadounidense dice no tener nada que ver. Al parecer la oposición contra el gobierno talibán es el que está realizando una "guerra civil" aprovechando la confusión. Hay escaramuzas y bombardeo en Kabúl.
*** En chats estadounidenses, la gente está muy enojada y crece su resentimiento. Extracto de un mail: "Los mismos norteamericanos desean cobrar venganza; en un chat gringo las personas piden acabar con el problema tomando represalias contra las personas que tengan origen árabe(y de paso cualquier extranjero)..."
*** Una crónica -en exclusiva para éste espacio- de NYC, cuan era la gran manzana, lo que nunca más será ya, después de hoy.
"Mi martini, de vodka, straight up y con aceitunas... ¿a dónde lo invitas? ¿en el Hotel Plaza de esta ciudad? según Luis Buñuel allí se preparaban los mejores martinis del mundo...
Nueva York... ¿qué se puede escribir de esta ciudad que no se haya escrito ya? La que es considerada capital del mundo no es una metrópoli, es un estado de ánimo (New York State of Mind, decía Billy Joel). No hay muchas opciones: la gente la ama o la odia y aquellas que la aman les gusta odiarla. Nueva York es una adicción y es difícil dejarla. Como buena adicción uno sabe que tiene que abandonar el vicio o éste va acabar con uno. Lo difícil es que después de un rato, uno pierde la capacidad de imaginarse viviendo en otro lugar.
Sin embargo y a pesar de que Nueva York no es los Estados Unidos (thank God!, in who they trust) en los últimos años esta ciudad ha sufrido un proceso de "nuevajerseyción". Esto quiere decir que cada vez más "la ciudad que nunca duerme" se parece más al vecino estado de Nueva Jersey, el cual se encuentra tan sólo al otro lado del río Hudson y generalmente ha representado simbólicamente al resto de los Estados Unidos (un equivalente neoyorquino a fuera de México todo es Cuautitlán, aunque con connotaciones diferentes). A este respecto se dice que los neoyorquinos son gente deprimida ya que la luz al final del túnel es, precisamente, New Jersey.
A pesar de que Wall Street está justamente aquí en Nueva York, esta ciudad se había mantenido hasta hace poco y en cierto sentido al margen de los efectos del neoliberalismo económico y la corporización de los espacios públicos. Esto ha cambiado y es bastante evidente: la cadena de tiendas de autoservicio Kmart ha abierto ya dos locales en Manhattan, prácticamente el único lugar en tierras norteamericanas donde no había penetrado; el antiguo Anarchy cafe del vibrante barrio del East Village es ahora un McDonald's; la súper cadena de tiendas de libros Barnes & Nobles ha hecho quebrar a muchas librerías y la infame calle 42, que se caracterizaba por sus sex-shops y antros, ahora es propiedad casi en su totalidad del emporio Disney. La prostitución se ejerce hoy en día con orejas de Mickey Mouse.
Hoy en día definitivamenta ya no es Nueva York en los ochentas. La ciudad ha perdido mucha de su espontaneidad, y esto se refleja en ejemplos tan superficiales como el hecho de que ahora en algunas áreas se multa a aquel peatón que cruza la calle a la mitad de la cuadra. En esto mucho ha tenido que ver el alcalde Rudolph Giuliani, quien con su campaña de "mejoramiento de la calidad de vida" se ha metido en contra, además de los peatones, con ciclistas, taxistas y vendedores ambulantes. Lo que es un hecho es que el número de crímenes está en los niveles más bajos desde 1964, pero también es un hecho que los casos de brutalidad policiaca han aumentado considerablemente. En estesentido y sobre todo comparado al D.F., uno aprende a vivir sin paranoia, ya que es bastante seguro caminar a cualquier hora por la calle en cualquier parte de la ciudad.
Decía un buen amigo, inmigrante como prácticamente la mayoría de habitantes de esta urbe, que mudarse a Nueva York es como jugar al póker. Uno cuando se muda a esta ciudad recibe algunas cartas, pero no se conoce persona alguna que recién llegado tenga el póker completo: departmento, trabajo, visa, amor.
Departamentos... Nueva York recibe a sus nuevos inquilinos con una cachetada: la búsqueda de departamento. Y es que en los últimos años las rentas se han incrementado de una manera ridícula, los espacios habitacionales son ínfimos (los departamentos del INFONAVIT son enormes comparados a lo que uno encuentra por estos lares) y la demanda por vivienda es muy alta. Un estudio de dos por dos sale alrededor de $1200 dólares, un departamento de una recámara $1800 dólares aproximadamente y de ahí para arriba. Y no se trata de las zonas mas lujosas de Manhattan como puede ser el Upper East Side y el West Village, incluso en zonas como Harlem o en el Lower East Side y en partes de Brooklyn y Queens ya las rentas están igual de de tiempo completo. Mucha gente opta de plano por tener "roommate", para poder pagar semejante cantidad de renta.
Hoy en día con la recesión que afecta a este país ha habido muchos recortes de personal y eso complica más el asunto, aunque claro, siempre se puede encontrar trabajo de mesero.
El trabajo es el mayor determinante de la vida de uno en esta ciudad. Dime en qué trabajas y té diré cuánto ganas y qué tipo de visa tienes. Básicamente el asunto se reduce a que una empresa lo patrocine a uno migratoriamente. O enamorarse a primera vista de la "green card" y casarse con un ciudadano o ciudadana de este país.
La vida de estudiante es difícil ya que con tantas distracciones que tiene la ciudad a uno le cuesta trabajo concentrarse en el trabajo académico y por otra parte que con el presupuesto de un estudiante es...
Clima... En la narrativa de esta ciudad, el clima se vuelve un personaje importante y a veces antagonista, así como el revisar continuamente el pronóstico del tiempo se convierte en un hábito casi compulsivo. Nueva York sufre una metamorfosis con cada estación del año que transforma la ciudad completamente. Las temperaturas son extremosas: en invierno las temperaturas bajan hasta -15oC que con el factor viento lo hacen y en verano el termómetro puede llegar hasta los 40oC con una humedad sofocante.
Nueva York afortunadamente no es una ciudad para cualquiera y el precio de la adicción es muy alto, aún así ya lo había escrito E.B. White: "Nadie debe venir a vivir a NY a menos que tenga aspiración a tener buena suerte".
**** over...