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"Un último caso que nos toca más
de cerca: La primera página de la sección de deportes del
periódico La Vanguardia. La noticia del día nos deja
atónitos: la tenista Mónica Seles ha sido apuñalada
por un espectador chalado. La fotografía que ilustra el suceso nos
muestra en primer plano la expresión de dolor de la tenista en el
instante de la agresión. Pero aunque el titular y el pie de foto
nos hablen de Mónica Seles, el rostro presenta unas facciones que
no coinciden con la imagen que recordamos de la tenista serbia.
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Lo mismo sucede con la ilustración
de muchas otras noticias extraídas de los distintos periódicos
barceloneses, nos hablen de las mujeres víctimas de la guerra de
Bosnia o del secuestro de la hija de un industrial. Siempre aparece el
mismo rostro, el de Laura Baigorri, quien mediante retoque y fotomontaje
digital, se ha introducido como protagonista en casos notorios del fotoperiodismo
reciente. En la imagen que cierra esta serie, bautizada gráficamente
como CO+MEDIA, el texto anuncia que
el rey de España visita unas instalaciones deportivas en la localidad
de Banyoles y departe amistosamente con los voluntarios olímpicos.
El monarca español estrecha sonriente la mano de una voluntaria:
a estas alturas ya podemos prever que Laura Baigorri encarna otra vez a
este personaje. Pero ¿constituye una nueva tergiversación?
No. Realmente Baigorri fué voluntaria olímpica y esa fotografía
se publicó de verdad en la prensa. Por una vez, lo crean ustedes
o no, se trata de una instantánea auténtica.
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La propuesta de Baigorri culmina una nueva
vuelta a la tuerca para dejarnos sumidos en la más absoluta feria
de la confusión. En un cuento popular, un joven pastor muy bromista
se burla varias veces de sus compañeros. Con un espanto fingido,
pide auxilio ante la llegada de un feroz lobo. Cuando los compañeros
acuden presurosamente armados con garrotes, Pedro se regocija tratándolos
de crédulos inocentes. Pero al final el lobo llega de verdad y nadie
hace caso a sus desesperados gritos de socorro. La moraleja de la fábula
es que no hay que mentir so pena de perder toda credibilidad en los momentos
más acuciantes. Baigorri también institucionaliza el status
quo de la
mentira, pero persigue otro mensaje: no debemos aceptarlo
todo, pero tampoco podemos aceptarlo todo. La duda es simplemente una herramienta
de la inteligencia".
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Joan Fontcuberta,
fragmento de "La escritura de las apariencias", publicado en El beso
de Judas. Fotografía y verdad. Gustavo Gili, Barcelona, 1997.
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